Gianfranco Beltrami, especialista en medicina deportiva y cardiología y vicepresidente de la Federación italiana de medicina deportiva, explica cuáles son los riesgos, que se multiplican exponencialmente en estos días de calor exagerado. Beltrani, además, responde a algunas preguntas como: ¿Qué ocurre cuando ingerimos alcohol? ¿Cuáles son los efectos en el organismo cuando luego hacemos deporte? ¿Por qué existe riesgo de deshidratación si se bebe alcohol?…
“Hay muchas pruebas científicas de que el alcohol, en primer lugar, favorece la acidosis y, por tanto, la producción de cuerpos cetónicos, baja el pH de la sangre, y esto provoca fatiga como primer síntoma. Luego, si se bebe mucho, el alcohol también puede provocar otros síntomas como náuseas y otros síntomas gástricos. Pero en lo que respecta al deportista, el alcohol disminuye la eficacia del transporte de hierro, que es esencial para la producción de ATP, trifosfato de adenosina, la molécula que hace que los músculos se contraigan“, explica Gianfranco Beltrami. “Además, el alcohol disminuye la absorción de vitaminas, especialmente la vitamina B 12 y el ácido fólico, cuya ausencia provoca anemia. Además, el alcohol es tóxico para las mitocondrias, que producen energía en forma de moléculas de ATP y también sintetizan la hemoglobina. Por tanto, sin hemoglobina, el transporte de oxígeno se reduce. Esta es la razón por la que todos los alcohólicos son anémicos. El alcohol disminuye la testosterona, que es la principal hormona para la síntesis de proteínas, y también tenemos menos fuerza muscular. En el atleta, esto perjudica la recuperación, porque sabemos que todo esfuerzo físico conduce a una destrucción de las proteínas musculares”, subraya Beltrami.
Noticia publicada en: www.elmundo.es
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